María Urrutia es consejera y Directora de Marketing de la bodega CVNE, una de las más importantes de España. Concretamente, la Compañía Vinícola del Norte de España es el octavo mayor vendedor de vino de España.
En nuestro último magazine de 2022 hablamos con ella sobre cómo es la gestión de la bodega, cómo han incorporado las nuevas tecnologías a la producción y distribución o las experiencias de usuario que ofrecen.
Según los datos de Statista, España es el tercer productor mundial de vino, ¿pero qué diferencias hay entre gestionar una bodega y empresas de otros sectores?
María nos confirma que el objetivo de CVNE siempre ha sido “vender un producto de calidad y tradición”. Durante años, CVNE se ha ganado el respeto de todos los amantes del vino por la calidad del producto, además de por la personalidad de sus vinos.
¿Pero, qué diferencias existen entre CVNE y otras bodegas? Para María está claro: la comercialización y distribución. Mantener siempre los mismos distribuidores garantiza que el producto siempre sea igual y cumpla las expectativas de los consumidores. Además, gracias a esta organización, han podido añadir más marcas que no son de CVNE.
Como también hablamos con el enólogo Víctor Pérez, el mundo del vino parece estar democratizándose para todos los paladares, incluidos para los jóvenes, aunque, y dice María, para estos es el vino es una bebida compleja.
Quizás algo que pueda echar para atrás en el consumo de vino son los precios, pero también María nos cuenta que se puede disfrutar magníficos vinos a precios asequibles, rompiendo con la idea de que para disfrutar del vino debe acompañar el bolsillo.
Pese a que es España es el tercer productor de vino del mundo, no se encuentra en el podio liderando el consumo, lo hace el Vaticano, y, ¿en cuanto a cantidad de importación? Bien, este registro es dominado por Alemania.
Recuperar la identidad, cultura del vino y este mundo que “tiene sus misterios” es uno de los propósitos de CVNE y quizás es útil para los principiantes comenzar con “vinos más fáciles”. Y es que el vino es una de las señas españolas: “el vino y nuestros productos son los grandes embajadores de nuestra cultura”, estos viajan por todo el mundo y representan los valores de España.
CVNE como modelo de negocio y expansión engloba hasta cinco denominaciones de origen que se han ido sumando a medida que se buscaban orígenes distintos. Nos dice María que con Imperial, Monopole o Bela se ha ampliado la diversificación, algo beneficioso para el consumidor pues tiene mayor variedad para decantarse.
En estas nuevas experiencias de usuario es importante cuidar cada detalle, desde las pequeñas manchas en las etiquetas y es que, en palabras de María: “hasta que una botella no es disfrutada no me quedo tranquila”.
CVNE: Una bodega histórica, que ha pasado momentos complicados, sobre todo con las crisis económicas, que aúna tradición e innovación para no defraudar a sus clientes y que pide al futuro que el legado de la bodega pase a una nueva generación.
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