El confinamiento ha desembocado en una aceleración de procesos que se estaban gestando poco a poco, como es el teletrabajo. Con cierta improvisación, propia de quienes nunca han experimentado algo así, el mundo ha tomado decisiones arriesgadas.
En España, según datos del informe El futuro del trabajo, de Randstad, hasta el 22 de abril casi el 43% de las empresas españolas habían optado por el teletrabajo. Puesto que en 2019, según la información de la UGT basada en el INE, solo había un 4,8% de teletrabajadores, esto supone un gran salto.
Pero, ¿se convertirá esto en la “nueva normalidad”? Este cambio ha estado impulsado por las medidas de seguridad, pero, como indica el informe de Randstad, el 58% de los encuestados consideraban que podrían teletrabajar por las condiciones de su oficio. Además, el 68,6% de los españoles, lo quiere.
En el proceso hacia un mundo más digitalizado, las nuevas tecnologías son uno de los motores. Estas son las grandes aliadas del teletrabajo. Lo hacen posible. Por ejemplo, las desarrolladas conexiones a Internet con las que disponemos y el acceso a dispositivos electrónicos como móviles u ordenadores, facilitan la conexión instantánea.
La accesibilidad y la gran funcionalidad juegan a su favor. Internet llega cada vez a más gente, cada vez con más alternativas. Por eso, hoy la distancia es más relativa que nunca. La cercanía y la utilidad que nos aportan las videoconferencias o reuniones virtuales, por ejemplo, hacen que el teletrabajo resulte eficaz.
En AgoraNews también nos hemos adaptado a los tiempos y hemos implementado el teletrabajo de la mejor manera. Además, con AgoraStream, nuestro servicio de videoconferencia en streaming, ayudamos a empresas y organizaciones a llegar a quien deseen (desde una reunión privada hasta un gran evento en abierto) con la mejor calidad.