A la hora de crear una empresa desde cero, es importante primero establecer cuáles serán los valores de tu empresa.
Los valores son los principios éticos y profesionales en los que se sustenta tu empresa; una serie de criterios que si se cumplen adecuadamente provocará que tu negocio tenga un determinado reconocimiento, no solo dentro sino también fuera.
La ventaja de establecer unos valores es que da sentido a la existencia de la empresa y marca el camino que los organizadores deben seguir para conseguir posicionar la empresa.
Si consigues que tu propio trabajador se sienta parte de esos principios y los defienda en su trabajo, podrá luego trasladarlo a los clientes y estos también sentirse respaldados por una marca que mira por ellos.
Algunos de esos valores que definen una empresa pueden ser la competitividad, la honestidad, la solidaridad, el compromiso con el medio ambiente, la apuesta por la calidad, etc.
Una vez que determines cuáles son esos principios de tu empresa toca saber cómo impulsar esos valores de tu empresa al exterior.
La mejor manera de presentar los valores de la empresa, es que sean los propios empresarios los que primero pongan en práctica estas pautas. Si ellos son los primeros en no respetarlas, es muy difícil pretender que los demás lo sigan.
Esto hará que a la hora de presentarte ante otros empresarios del sector, tu marca se muestre con confianza.
Sobre todo en los momentos complicados de la entidad es donde más se deberían notar por parte de todos los miembros y donde la convicción de esos principios es fundamental para obtener buenos resultados.
La coherencia tanto en tu identidad de marca como en lo que comunicas a través de los diferentes canales es fundamental. Todo debe ir alineado con tus valores de empresa.
En este sentido debes plasmar esos valores en la imagen visual de la empresa, mediante los colores que se usen para el logo, el icono, la letra, el eslogan, el diseño de tu página web y tus canales sociales… Además, por supuesto, del trabajo diario que hagas en comunicar tus servicios tanto en la parte inbound como outbound.
La comunicación interna también nos sirve para potenciar y consolidar los valores de empresa dentro del equipo. Hay que dar a conocer tanto al exterior como al interior de la empresa cuáles son nuestros valores, qué es importante para nosotros como empresa, además de aquellas iniciativas que realizamos para hacer partícipes a los empleados de todo el proceso.
Poner en marcha iniciativas que refuercen esos valores y hacer partícipes a los empleados de todo ello.
Por ejemplo, si en nuestra organización la baja rotación de plantilla es uno de nuestros principios, tendremos que trabajar para que nuestros empleados no se vayan, a través de formación, incentivos, promociones…Invertir en afianzar esos valores de la empresa en los trabajadores es otra de las maneras de impulsarlos.
Por último, los valores deben verse bien reflejados a la hora de comunicarse con el cliente. Toda experiencia empresarial y de consumo debe girar en torno a ellos para ser fieles a nosotros mismos y así transmitirlos de una manera sana a los demás.
De esta forma, desde todos los canales de comunicación quedará reflejado estos principios y construir así una cultura de trabajo y de la empresa en la que sea fácil que todos los que quieran y se sientan atraídos por ellos formen parte de tu comunidad y te ayuden a crecer como empresa.