En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la banca no se queda atrás. Cada vez más instituciones están adoptando a los *humanos digitales*, esos avatares virtuales que combinan inteligencia artificial y un toque humano. Pero, ¿qué son exactamente? Y, más importante aún, ¿cómo pueden revolucionar la experiencia bancaria? Vamos a desmenuzarlo.
Imagina a un asistente virtual que no solo responde preguntas, sino que lo hace con un carisma que podría rivalizar con el mejor agente bancario. Los humanos digitales son representaciones virtuales, alimentadas por inteligencia artificial, que pueden interactuar con los clientes de manera natural y fluida. Desde chatbots sofisticados hasta avatares animados que simulan conversaciones, estos “humanos” están diseñados para hacer la vida más fácil a los usuarios.
Olvídate de las largas colas y de esperar a que, por ejemplo, una sucursal bancaria abra. Los humanos digitales nunca se cansan. Están disponibles todo el día, todos los días. ¿Tienes una pregunta a las 3 de la mañana sobre tu cuenta de ahorros o dudas sobre un producto determinado de una tienda online? Un humano digital está listo para ayudarte.
Gracias al aprendizaje automático, estos avatares pueden personalizar la experiencia del cliente. Pueden recordar tus preferencias, ofrecerte recomendaciones de productos y adaptarse a tus necesidades individuales. Así, tu interacción con el banco se siente más como una conversación con un amigo que con un servicio al cliente.
Los humanos digitales pueden manejar múltiples consultas simultáneamente, lo que reduce la carga sobre el personal humano y minimiza los costos operativos. Las entidades pueden redirigir recursos hacia tareas más complejas, dejando a los humanos digitales las consultas rutinarias.
¿Tienes un problema con tu tarjeta de crédito? Un humano digital puede diagnosticar y resolver problemas comunes al instante. Esto no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que también acelera los procesos internos del banco.
Los humanos digitales tienen la capacidad de abordar varios problemas:
Antes de lanzarse a la piscina, es crucial evaluar qué áreas pueden beneficiarse más de la implementación de humanos digitales. Desde atención al cliente hasta procesos de onboarding, cada institución tendrá sus propias prioridades.
No todas las plataformas son iguales. Investiga y elige la tecnología que mejor se adapte a tus necesidades. Hay opciones de código abierto y soluciones a medida que pueden variar en coste y flexibilidad.
Aquí es donde entra el lado humano. Diseña las interacciones de manera que sean atractivas y coherentes con la identidad de tu empresa. La personalidad del humano digital debe reflejar los valores de la marca.
La implementación no termina en la tecnología. Capacita al personal sobre cómo trabajar junto a estos humanos digitales y busca retroalimentación constante para mejorar la experiencia.
Por último, pero no menos importante, realiza un seguimiento de la efectividad del humano digital. Ajusta y mejora constantemente la programación y el diseño en función de los comentarios de los usuarios.
En Resumen, los humanos digitales son una de las innovaciones más emocionantes. Con su capacidad de mejorar la experiencia del cliente, optimizar costos y ofrecer un servicio continuo, están destinados a convertirse en una parte integral del mundo empresarial.